Un humilde homenaje al maestro del siglo (nos guste o no)
Homenaje a Picasso, Diego Loayza, técnica mixta, 2007
miércoles, 31 de octubre de 2007
lunes, 29 de octubre de 2007
A los conejos...
Esos espacios sombríos del lenguaje de la noche. Esos que muchos conocen y que nadie quiere conocer...
miércoles, 24 de octubre de 2007
martes, 23 de octubre de 2007
De vuelta a la burocracia
Después de una pequeña intrusión en los complejos mares de Aivazovsky vuelvo al escritorio que oficia de hogar, templo, cárcel, lecho, zoológico, burdel, biblioteca y satélite de todo buen burócrata...
He aquí unas incursiones que hice en la noble (y difícil) sustancia que es la acuarela.
He aquí unas incursiones que hice en la noble (y difícil) sustancia que es la acuarela.
Himno (2007), acuarela sobre papel
sábado, 20 de octubre de 2007
Hoy no quiero saber
¿Qué puede ser más triste que ser? Ser El Cholo. Mírame parado, recuerda la plaza Blyckaerts y ponte de espaldas, follate a todos tus amigos con Diasepan y cara de culo. No hay tristeza comparable, no hay amor equiparable.
Son las doce y algo más y el Juan y la Vale, necesito un amigo, para que me haga feliz y que no sea como este bulto: vehiculo de desdicha (con cabello largo).
Se recomienda It´s a wonderfull life de Chris Rea, para ponerse melan melan...
jueves, 18 de octubre de 2007
Bruselas - Barcelona (2003)
martes, 16 de octubre de 2007
Burócrata (2007)
Con este, inauguro una sesión de dibujitos que he estado elaborando desde más o menos 2001 hasta hoy. Espero que convenza a los espíritus voraces de la querida audiencia de pescotis.blogspot.com
viernes, 12 de octubre de 2007
¡Alegría!
Hoy no me importa nada, ni Dresden, ni Hiroshima, hoy no me importa que se acabe la capacitación ni la muerte, hoy sólo me importan las tetas. ¡Dios las tetas! Nada más. Hoy no me puede ir mal.
A veces pienso que la verdadera soledad es un mundo sin mujeres. Ojalá la muerte tenga algo de ellas.
Ni la octava de Mahler, ni las Meninas de Velásquez, nada de nada debe ser mejor que el perdón de una mujer hermosa y la sonrisa consiguiente. ¡Dios nos cuide!
Las mujeres, por razones lindantes a lo obvio y por antonomasia, son y serán la perdición de los carnudos como el que escribe.
¡Dios nos salve!
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